Nuestros animalitos, al igual que las personas, pueden sufrir procesos alérgicos.
Una alergia se manifiesta después de la exposición a sustancias extrañas llamadas alergenos. Así, el sistema inmunológico reacciona en forma exagerada ante estas sustancias, que pueden ser pólenes, polvo, mohos, parásitos, picaduras de insectos, proteínas de los alimentos, etc.. Se puede producir al inhalar el alergeno, por contacto con la piel, al ingerir ciertos alimentos, o mediante la picadura de insectos.
En los animales que han heredado la tendencia a desarrollar alergias los síntomas aparecen entre el primero y los seis años de vida; pero se puede evidenciar a cualquier edad. Una vez que la desarrolla, suele ir empeorando progresivamente.
Tanto la época en que se presenta como los síntomas son variados, dependiendo del alergeno, de su vía de entrada y del individuo en cuestión: estornudos, secreciones nasales, sinusitis, secreciones oculares, tos, rascado, frotado, mordisqueo o lamido, enrojecimiento de la piel, heridas, alopecia, etc..
El tratamiento convencional incluye Antibióticos, Corticoides y Antihistamínicos. Pero, deben utilizarse con mucho cuidado y respetando las indicaciones del Profesional actuante ya que provocan efectos indeseados.
Si un organismo tiene una reacción exagerada ante un alergeno (o agente extraño), pero que para otros no despierta ninguna respuesta, eso depende de la susceptibilidad de ese individuo. Y, nos indica que hay un desequilibrio en su Fuerza Vital.
Es por eso que desde la Homeopatía podemos abordar al paciente teniendo en cuenta distintos signos, síntomas y particularidades para recetar el medicamento adecuado. También, con la Terapia Floral de Bach en su aplicación transpersonal es mucha la ayuda que se puede brindar para llegar así a la sanación.
Dra. Teresa A. Falsetti. (autora del artículo)
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